Hemos llegado a Perú, todos a diferentes horas y distintos vuelos, pero lo importante es que estamos todos juntos y con todas las maletas del material.
La noche la pasamos en un hostal cerca de la plaza Santa Martin, un antro bastante sucio y con los colchones de antes de la conquista de los españoles pero es tarde y para una noche no apetece empezar a buscar algo que este en mejores condiciones, lo mejor de todo es que se encuentra encima de un parque de Bomberos Voluntarios que visitamos tras la cena.
A la mañana siguiente cambiamos los tintis y tras un breve almuerzo vamos a la estación de autobuses para ir a Huaraz punto de partida de nuestra expedición, ocho horas para trescientos pocos kilómetros, es lo que tiene Sudamérica con las carreteras. Transcurridas unas 4 horas la carretera empieza a ascender, alcanzamos los altiplanos a 4100 metros de altitud en menos de 2 horas, el siroco (como se le denomina al mal de altura) se hace presente, agravado por el fétido olor del cuarto de baño del bus, el sesear de la carretera y el mal estado en algunos tramos hace que la puerta del inodoro se abra enrareciendo mas el ambiente. Para nuestra recompensa se abre ante nuestra vista las primeras imágenes de la cordillera blanca, sus cimas nevadas se hacen presentes en pocos minutos, monolitos de roca, nieve y hielo emergen como de la nada dese el altiplano. El sol empieza a esconderse dejando las rocas de un color anaranjado y haciendo que la temperatura descienda, las montañas empiezan a desaparecer detrás de nosotros, nuestra llegada a Huaraz se hace inminente.






La noche la pasamos en un hostal cerca de la plaza Santa Martin, un antro bastante sucio y con los colchones de antes de la conquista de los españoles pero es tarde y para una noche no apetece empezar a buscar algo que este en mejores condiciones, lo mejor de todo es que se encuentra encima de un parque de Bomberos Voluntarios que visitamos tras la cena.
A la mañana siguiente cambiamos los tintis y tras un breve almuerzo vamos a la estación de autobuses para ir a Huaraz punto de partida de nuestra expedición, ocho horas para trescientos pocos kilómetros, es lo que tiene Sudamérica con las carreteras. Transcurridas unas 4 horas la carretera empieza a ascender, alcanzamos los altiplanos a 4100 metros de altitud en menos de 2 horas, el siroco (como se le denomina al mal de altura) se hace presente, agravado por el fétido olor del cuarto de baño del bus, el sesear de la carretera y el mal estado en algunos tramos hace que la puerta del inodoro se abra enrareciendo mas el ambiente. Para nuestra recompensa se abre ante nuestra vista las primeras imágenes de la cordillera blanca, sus cimas nevadas se hacen presentes en pocos minutos, monolitos de roca, nieve y hielo emergen como de la nada dese el altiplano. El sol empieza a esconderse dejando las rocas de un color anaranjado y haciendo que la temperatura descienda, las montañas empiezan a desaparecer detrás de nosotros, nuestra llegada a Huaraz se hace inminente.
Nos hospedamos en Caroline Lotge que en primera instancia no parecía nada del otro mundo, pero que al amanecer nos permitió disfrutar de un agradable almuerzo en una terracita con vistas de lujo a la cordillera blanca. La noche paso sin grandes problemas para todos, pero Mario paso un mal rato a la hora de cenar, nada con importancia, un mareo y un poco de pájara je je je !!!!!
Al día siguiente nos reunimos con el tipo de la expedición Eudes, todo parece estar en orden y salimos a caminar un rato por los alrededores de Huaraz, visitamos las pequeñas ruinas Incas de Huahulla , casi al final del paseo divisamos unas montañas blanquecinas por la nieve donde se encuentra el Chopicalqui. Antes de dirigirnos al hotel pasamos un rato agradable en unas termas que dejan mucho que desear, frías, sucias y pequeñas....todo un éxito je je!!!
El segundo día de aclimatación lo realizamos en la laguna Churup 4450 metros de altura, la ascensión es sencilla pero perfecta para la aclimatación, las vistas son generosas con el nevado Churup a nuestros pies, descansamos casi dos horas en la laguna y descendemos.
Los dolores de tarro se hacen presentes en casi todos nosotros, pero el regreso a Huaraz es generoso con nosotros dejándonos más aliviados.
Esta tarde hemos conocido a Carlos y a Manuel, los guías, se ven majos y muy profesionales, chequeo de material y a descansar, mañana empieza la aventura de verdad.
Seguimos en contacto Chao!!!!!!!!!!
Los dolores de tarro se hacen presentes en casi todos nosotros, pero el regreso a Huaraz es generoso con nosotros dejándonos más aliviados.
Esta tarde hemos conocido a Carlos y a Manuel, los guías, se ven majos y muy profesionales, chequeo de material y a descansar, mañana empieza la aventura de verdad.
Seguimos en contacto Chao!!!!!!!!!!
2 comentarios:
Ei germanet!
que tingueu molt bona ascenció , una abraçada molt forta!
i cudeu-vos molt!
Raquel
Quines fotos mes maques. Que us ho passeu molt bé.
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